¿Qué colores elegir para la habitación de un niño?
Arreglar una habitación para un niño no es una tarea fácil. Hay que tener en cuenta muchos factores, y además... tener paciencia. A medida que un niño crece, sus preferencias cambiarán, por lo que en algún momento un hijo puede comenzar a quejarse de que ya no le gusta su habitación. ¿Entonces, qué colores debemos elegir para la habitación de un niño?
¿Qué colores para la habitación de un niño en sus primeros años de vida?
En la etapa inicial del desarrollo de un niño, vale la pena asegurarse de que permanezca en un espacio amigable, cálido y acogedor. Al decidir el color de las paredes en la habitación de un niño, vale la pena centrarse principalmente en los colores pastel. Los tonos de azul, verde, menta, albaricoque o arena funcionarán bien. Tales colores ayudan a calmar al niño y tienen un efecto positivo en sus emociones.
También vale la pena recordar instalar fuentes de luz adicionales. Lo mejor son las lámparas colgantes para niños con bombillas de un color cálido, no demasiado intenso, que crearán el ambiente adecuado para el niño pequeño.
¿Combinar diferentes colores de pared?
Los psicólogos sostienen que a los niños más pequeños (hasta los 3 años) les gustan los contrastes sobre todo. Combinar diferentes colores despertará la curiosidad del niño y estimulará sus ojos para que trabajen. Y desde una edad temprana, vale la pena apoyar el desarrollo de la integración sensorial del niño y permitirle explorar el mundo con todos sus sentidos.
¿Qué colores para la habitación de un niño de cuatro o cinco años?
Cuando arreglamos una habitación para un niño de pocos años, que ya exige cierta independencia, podemos permitirnos un poco más de extravagancia en la elección de los colores de las paredes. Podemos optar por soluciones muy universales, como el blanco (que calentaremos con accesorios brillantes y coloridos), o apostar por colores más oscuros (azul marino, violeta), que iluminaremos con accesorios.
A esta edad, el niño pasará mucho tiempo en el suelo mientras juega. Si decidimos utilizar colores brillantes o blancos de las paredes de la habitación del niño, la alfombra debe contrastar con el tono de la habitación. Por lo que vale la pena apostar por un modelo con gráficos que serán interesantes para el niño. Durante este período, también vale la pena considerar comprar una lámpara de noche adecuada para niños, que le permitirá leer antes de acostarse o encender la luz cuando el niño tenga problemas para conciliar el sueño.
Edad preescolar y primeros años de escuela: ¿qué colores son los más adecuados?
El comienzo del aprendizaje para un niño es el momento en que vale la pena atenuar los colores de las paredes de la habitación del niño o crear un espacio propicio para la concentración dentro de la habitación. En primer lugar, es importante organizar el escritorio y organizar el espacio a su alrededor de tal manera que no distraiga la atención. Vale la pena elegir un color brillante y uniforme de la pared o papel tapiz con un patrón simple. También se debe recordar la importancia de una fuente de luz adicional. La lámpara para niños que emite luz con un color bastante frío será adecuada para las primeras tareas domésticas y educativas que el niño realice.
Los colores de las paredes de la habitación del niño se pueden usar en el arreglo para separar las zonas apropiadas en la habitación (por ejemplo, un lugar para jugar, estudiar y descansar).
Los tonos de azul y verde son sin duda los más populares. El gris y el beige también son cada vez más populares. Sin embargo, vale la pena diversificar estos colores bastante tenues con accesorios de colores brillantes que aportarán un poco más de carácter a la habitación.