¿Cuándo recurrir a un diseñador de interiores?
No hay persona que en algún momento de su vida no se haya quejado del estado actual de su espacio vital, ya sea un espacio comercial o un apartamento / casa.
En la mayoría de los casos, nos dedicamos a diseñar nuestro propio espacio, pensando que lo que hemos imaginado lo podemos realizar fácilmente por nuestra cuenta. No obstante, hay muchas situaciones inesperadas que afectan el éxito de la implementación.
A menudo, en estas situaciones, lamentamos no haber recurrido al servicio de un diseñador de interiores. Con muchos menos dolores de cabeza y un mejor uso del tiempo y el dinero, obtendríamos el resultado que siempre hemos esperado.
¿Entonces, cuándo recurrir a un diseñador de interiores?
Un diseñador de interiores es alguien que tiene en cuenta tus necesidades, deseos y sueños y los convierte en tu realidad de la mejor manera. Además de cuidar el estilo del interior, el diseñador también se ocupa de la funcionalidad en sí y de la calidad del dinero invertido. Es un trabajo que se realiza llave en mano.
Desde la propia idea y solución del diseño y estilo que se le presenta a través del renderizado 3D, hasta la realización en sí, que incluye acuerdos de trabajo, estimaciones de costos, pedidos y supervisión, le permite entregarse completamente a manos seguras y evitar el estrés y el dinero no planificado.
Es común pensar que el trabajo de un diseñador de interiores consiste únicamente en decidir los colores de las paredes, los materiales y la forma del mobiliario, los elementos decorativos y su disposición. Sin embargo, es mucho más complejo que la propia decoración.
El proceso de diseño de interiores se puede dividir en cuatro fases:
Eligiendo el estilo
La tarea de un diseñador de interiores no es defender obstinadamente algo, sino escuchar los deseos y necesidades de mis clientes. De acuerdo con sus deseos y necesidades, un diseñador de interiores nos puede ofrecer la mejor solución al respecto.
En esta primera fase, es crucial que el diseñador acuda al espacio para experimentarlo, así como sentir sus ventajas y desventajas para poder ofrecer la mejor solución posible.
Borradores y posibilidades
Luego de visitar el espacio y realizar una entrevista, se elaboran borradores de ideas que requieren la aprobación del cliente, luego de lo cual el diseñador va en busca de artículos y muebles específicos, donde se encarga de negociar el precio, plazos de entrega y detalles similares de posterior ejecución.
Así mismo, está obligado a compilar una estimación de costos en la que se verán los precios, las imágenes de los artículos y el tiempo de entrega.
Coordinación
En la última fase, el diseñador se encarga de coordinar la implementación completa del diseño conceptual, trabajando en estrecha colaboración con arquitectos, técnicos de construcción y maestros especializados en instalaciones eléctricas y de plomería, tapiceros, carpinteros, etc.
Cabe señalar que la mayoría de los diseñadores brindan un servicio completo - el diseñador trabaja en estrecha colaboración con un equipo de expertos, desde arquitectos hasta expertos para todo tipo de obra de construcción, que se encargarán de que todo salga de la mejor manera posible, para que el cliente no tenga que preocuparse de contrataciones posteriores, a menos que así lo desee.
Implementación
La fase final consiste en la verificación final de si cada elemento del diseño conceptual está en su lugar y de acuerdo con los deseos del propietario del espacio. Los decorados se configuran para llevar el espacio hasta el final.
En todas las etapas, el diseñador debe tener en cuenta la estimación de costos, que no debe exceder el monto acordado. Otro elemento importante es la supervisión de todas las obras de construcción para evitar errores inesperados.